Antes de nada hay que distinguir entre objetos de bronce valiosos y objetos de bronce cotidianos.
A tener en cuenta:
- Si el bronce está barnizado solo hay que quitarle el polvo y pasarle un paño humedecido sin ningún tipo de producto que pueda dañar la capa de barniz.
- No utilice cepillos de alambre o productos abrasivos.
- En objetos de valor y antiguos de bronce no utilice nunca alcohol metílico para limpiarlos, ni tampoco los limpie a menudo, no deben de ser lavados porque pueden causar la «enfermedad del bronce» que consiste en una corrosión y el metal se va desprendiendo por capas.
- Con el tiempo y por causa de la humedad, el bronce se oxida y se crea el cardenillo sobre el metal, que es una patina verde y tóxica.
Para los objetos cotidianos podemos usar alguno de los siguientes métodos:
- El cardenillo se puede eliminar rascando con un cepillo de dientes suave, si aún así persiste se puede usar agua con un 10% de ácido acético y aclarando después.
- Con vinagre: consiste en usar vinagre ya que contiene ácido acético, para ello se le pone un cucharada de sal por cada litro de vinagre, se lava la pieza con agua caliente y después se le aplica el vinagre y sal con un paño o cepillo.
Otra opción es mezclar vinagre, sal y harina hasta hacer una pasta que se aplica al bronce y se deja reposar unos 30 minutos para después aclarar con agua. - Con Limón: hacer una mezcla de bicarbonato sódico con el jugo de limón hasta hacer una pasta que luego aplicaremos al bronce frotando con un paño.